Producción y consumo
Ganadería: ¿crisis sin salida?
Según estiman asesores y empresarios, de continuar las políticas actuales, la producción de carne no alcanzará para abastecer el mercado local en tres años
La crisis de la ganadería llega a un punto límite. De continuar la situación actual -desde los precios sugeridos para la hacienda en pie por parte de la Secretaría de Comercio Interior hasta las dificultades para exportar-, con una población en tendencia creciente, en tres años podría faltar carne para abastecer el mercado interno, según estiman asesores y empresarios del sector. Un país que alguna vez fue el principal abastecedor de carne del mundo y en cuya cultura la ganadería ocupa un papel central, perdería su capacidad de cubrir a su propia demanda, lo cual no sólo derivará en la necesidad de importar el producto sino en una pérdida de identidad, que no afecta sólo a la economía nacional. La carne significa para los argentinos mucho más que un alimento central en su dieta, razón por la cual aunque aumenta el precio el consumo no se resiente demasiado.
Si bien las políticas públicas condujeron a la crisis, hay que admitir otras razones como el desplazamiento de la ganadería por la agricultura a raíz del incremento de la rentabilidad de esta última (en los últimos 14 años la ganadería perdió 11 millones de ha, que se dedicaron al cultivo, principalmente, de soja), y la suba de los precios de los granos, que limitó el uso para suplementación de la dieta animal, desde 2005.
A la hora de sopesar, la balanza, se inclina, sin embargo, en el impacto negativo de la intervención de la Secretaría de Comercio y en la "equivocada versión de que el consumo interno compite con la exportación".
"El principal déficit es la imprevisibilidad. Hay una incertidumbre fenomenal", describe Fernando Canosa, coordinador de Ganadería de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).
"Lo más preocupante es la falta de señales para toda la cadena. Como consecuencia, se frenan las inversiones y se discontinúa el proceso de mejora que se dio entre 2001 y 2005. Ya en 2007 aparecieron indicios de disminución del stock y surgió un signo de interrogación sobre la oferta futura de carne. Puede que en tres años lleguemos a un punto en que aún sin exportar nada, no alcance la oferta para cubrir la demanda local", estimó una fuente de la industria. Canosa coincidió con la proyección y estimó que en 2011 la Argentina estará obligada a importar carne de continuar las políticas actuales.
"El problema es político. Se está desaprovechando una oportunidad de crecimiento de la producción para abastecer a los mercados disponibles y con altos precios. No sé cuántas veces se podrá repetir este momento en la historia", lamentó el cabañero Sebastián Rodríguez Larreta.
En su opinión, se están "quebrando las reglas básicas de la economía".
Para Canosa, si se aprovechara la demanda interna y externa, "como nunca hemos tenido", podría continuarse el círculo virtuoso que se cerró en 2005, "con el aumento del 27% de la producción y un importante crecimiento del stock, en menor superficie". Interpreta el técnico que ya en 2006 empezaron a "cometerse errores, como la intervención en los precios y el cierre de las exportaciones."
El consultor Víctor Tonelli considera que "se malinterpretan los problemas del sector y se aplican políticas restrictivas con la intención de desacoplar los precios internacionales de la carne y los del mercado interno. Restringen la exportación y tratan de subvencionar el uso de granos en los feed lots". En su opinión, el Gobierno envía una señal que desalienta el aumento de la producción (tanto en número de cabezas como en peso de faena), porque la prioridad está puesta sólo en el consumo interno.
Canosa aconseja "salir de la tesis de que la exportación compite con el consumo". Propone, en cambio fomentar la exportación, impulsar la producción y alcanzar así, como consecuencia natural, precios accesibles en el mercado interno. Desincentivo
En el actual escenario casi no hay lugar para el optimismo, dice Tonelli, porque "el productor no puede resolver problemas derivados de políticas públicas". Mientras tanto, produce "más barato" lo que implica, entre otras cosas, un deterioro de la base forrajera, "cuenta que se va a pagar en poco tiempo". Este año la inversión en praderas cayó entre un 40 y un 50 por ciento, apuntó.
Entre los datos que reflejan la crisis de la actividad hay algunos fundamentales. Primero: va en aumento la brecha entre el precio que recibe el productor por venta directa al frigorífico ($6,30/6,40 el kilo de carne) y el que paga el consumidor (entre 16 y 18 pesos el kilo).
Segundo: la participación de las hembras en la faena llegó a 50,7% en mayo pasado; datos oficiales indican que en 2007 se faenaron 1,5 millón de hembras más que en 2006 y a su vez que ese año se faenaron 1 millón más que el promedio 2001-2005.
Tercero: el peso promedio de faena bajó un 2,6% entre mayo de 2007 y de 2008, pasó de 216 a 210 kilos en gancho, según el último informe de Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra), sobre datos de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).
Veamos un caso puntual. En Olavarría, en un campo de cría de 450 ha, con suelos inferiores respecto del promedio del partido, con base forrajera de campo natural, tecnología básica, reposición de 22 meses, reserva forrajera como sorgo diferido (5% del área), destete del 80%, mortandad del 20%, y 86 kilos de producción de carne por hectárea, se obtiene un resultado de $ 28.140, una rentabilidad del 1,11%, sobre un capital de más de 2,5 millones de pesos. Comercio poco transparente
La incertidumbre atraviesa todos los eslabones de la cadena. Los precios sugeridos por la Secretaría de Comercio Interior para las distintas categorías de hacienda "generan poca transparencia y distorsión en el mercado" (léase: menor facturación y mayor participación de las ventas en negro).
La medida provoca lo contrario de lo que se pretende: favorece el "aumento de los márgenes en el área comercial y así perjudica al productor y al consumidor", evaluó el consignatario Ignacio Gómez Alzaga. Ese techo para los precios genera desaliento entre los productores, lo que se refleja en la desmejora del estado de la hacienda (aunque en parte se debe también a la actual sequía), por menor inversión en praderas y verdeos.
A raíz del diagnóstico que se describe, el Grupo Pampa Sur propone un Plan Nacional de Retención de Vientres mediante incentivos crediticios, impositivos y previsionales (teniendo en cuenta el antecedente exitoso de la Ley Nacional de Recuperación de la Ganadería Ovina) y, a su vez, promueve la licitación de la cuota Hilton, de manera de transparentar su asignación y el cumplimiento de los requisitos por parte de las empresas.
Por Analía H. Testa De la Redacción de LA NACION
Dificultades para la industria
La industria frigorífica no está menos comprometida que los demás eslabones de la cadena en el actual contexto de crisis. El sistema de exportación "es engorroso y muy lento, lo que genera problemas operativos importantes por la falta de previsibilidad sobre los flujos de venta en los mercados local y externos", confió un empresario del sector. "En unos años más -anticipó-, con menor producción, a la industria le resultará engorroso producir con una alta capacidad ociosa." El resultado: dificultades financieras, menor empleo...
Por otra parte, algunas empresas ya se ven forzadas a frenar su actividad porque no pueden seguir acumulando stocks en cámara (como consecuencia de que para exportar se requiere mantener en planta un 75% de su capacidad cubierta, reaseguro con el cual el Gobierno cuenta para garantizar el abastecimiento del mercado doméstico). En algunos casos, cuando por la demora en la obtención de los permisos de exportación se produce una sobreacumulación de mercadería vuelcan al mercado carne a muy bajo precio, sobrante con el cual nadie puede competir.
Entre los empresarios hay, además, una "gran preocupación" por el hecho de que se deja pasar el nivel de demanda dentro y fuera del país, "de tal magnitud que no se necesita mucho estímulo para crecer; sólo y nada menos que cierta previsibilidad a largo plazo", estimó un empresario.
Le recomendamos que vaya a www.lanación.com y alli busque archivo y la fecha 23/08/08 y entre a Suplemento Campo.
Ganadería: ¿crisis sin salida?
Según estiman asesores y empresarios, de continuar las políticas actuales, la producción de carne no alcanzará para abastecer el mercado local en tres años
La crisis de la ganadería llega a un punto límite. De continuar la situación actual -desde los precios sugeridos para la hacienda en pie por parte de la Secretaría de Comercio Interior hasta las dificultades para exportar-, con una población en tendencia creciente, en tres años podría faltar carne para abastecer el mercado interno, según estiman asesores y empresarios del sector. Un país que alguna vez fue el principal abastecedor de carne del mundo y en cuya cultura la ganadería ocupa un papel central, perdería su capacidad de cubrir a su propia demanda, lo cual no sólo derivará en la necesidad de importar el producto sino en una pérdida de identidad, que no afecta sólo a la economía nacional. La carne significa para los argentinos mucho más que un alimento central en su dieta, razón por la cual aunque aumenta el precio el consumo no se resiente demasiado.
Si bien las políticas públicas condujeron a la crisis, hay que admitir otras razones como el desplazamiento de la ganadería por la agricultura a raíz del incremento de la rentabilidad de esta última (en los últimos 14 años la ganadería perdió 11 millones de ha, que se dedicaron al cultivo, principalmente, de soja), y la suba de los precios de los granos, que limitó el uso para suplementación de la dieta animal, desde 2005.
A la hora de sopesar, la balanza, se inclina, sin embargo, en el impacto negativo de la intervención de la Secretaría de Comercio y en la "equivocada versión de que el consumo interno compite con la exportación".
"El principal déficit es la imprevisibilidad. Hay una incertidumbre fenomenal", describe Fernando Canosa, coordinador de Ganadería de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).
"Lo más preocupante es la falta de señales para toda la cadena. Como consecuencia, se frenan las inversiones y se discontinúa el proceso de mejora que se dio entre 2001 y 2005. Ya en 2007 aparecieron indicios de disminución del stock y surgió un signo de interrogación sobre la oferta futura de carne. Puede que en tres años lleguemos a un punto en que aún sin exportar nada, no alcance la oferta para cubrir la demanda local", estimó una fuente de la industria. Canosa coincidió con la proyección y estimó que en 2011 la Argentina estará obligada a importar carne de continuar las políticas actuales.
"El problema es político. Se está desaprovechando una oportunidad de crecimiento de la producción para abastecer a los mercados disponibles y con altos precios. No sé cuántas veces se podrá repetir este momento en la historia", lamentó el cabañero Sebastián Rodríguez Larreta.
En su opinión, se están "quebrando las reglas básicas de la economía".
Para Canosa, si se aprovechara la demanda interna y externa, "como nunca hemos tenido", podría continuarse el círculo virtuoso que se cerró en 2005, "con el aumento del 27% de la producción y un importante crecimiento del stock, en menor superficie". Interpreta el técnico que ya en 2006 empezaron a "cometerse errores, como la intervención en los precios y el cierre de las exportaciones."
El consultor Víctor Tonelli considera que "se malinterpretan los problemas del sector y se aplican políticas restrictivas con la intención de desacoplar los precios internacionales de la carne y los del mercado interno. Restringen la exportación y tratan de subvencionar el uso de granos en los feed lots". En su opinión, el Gobierno envía una señal que desalienta el aumento de la producción (tanto en número de cabezas como en peso de faena), porque la prioridad está puesta sólo en el consumo interno.
Canosa aconseja "salir de la tesis de que la exportación compite con el consumo". Propone, en cambio fomentar la exportación, impulsar la producción y alcanzar así, como consecuencia natural, precios accesibles en el mercado interno. Desincentivo
En el actual escenario casi no hay lugar para el optimismo, dice Tonelli, porque "el productor no puede resolver problemas derivados de políticas públicas". Mientras tanto, produce "más barato" lo que implica, entre otras cosas, un deterioro de la base forrajera, "cuenta que se va a pagar en poco tiempo". Este año la inversión en praderas cayó entre un 40 y un 50 por ciento, apuntó.
Entre los datos que reflejan la crisis de la actividad hay algunos fundamentales. Primero: va en aumento la brecha entre el precio que recibe el productor por venta directa al frigorífico ($6,30/6,40 el kilo de carne) y el que paga el consumidor (entre 16 y 18 pesos el kilo).
Segundo: la participación de las hembras en la faena llegó a 50,7% en mayo pasado; datos oficiales indican que en 2007 se faenaron 1,5 millón de hembras más que en 2006 y a su vez que ese año se faenaron 1 millón más que el promedio 2001-2005.
Tercero: el peso promedio de faena bajó un 2,6% entre mayo de 2007 y de 2008, pasó de 216 a 210 kilos en gancho, según el último informe de Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra), sobre datos de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).
Veamos un caso puntual. En Olavarría, en un campo de cría de 450 ha, con suelos inferiores respecto del promedio del partido, con base forrajera de campo natural, tecnología básica, reposición de 22 meses, reserva forrajera como sorgo diferido (5% del área), destete del 80%, mortandad del 20%, y 86 kilos de producción de carne por hectárea, se obtiene un resultado de $ 28.140, una rentabilidad del 1,11%, sobre un capital de más de 2,5 millones de pesos. Comercio poco transparente
La incertidumbre atraviesa todos los eslabones de la cadena. Los precios sugeridos por la Secretaría de Comercio Interior para las distintas categorías de hacienda "generan poca transparencia y distorsión en el mercado" (léase: menor facturación y mayor participación de las ventas en negro).
La medida provoca lo contrario de lo que se pretende: favorece el "aumento de los márgenes en el área comercial y así perjudica al productor y al consumidor", evaluó el consignatario Ignacio Gómez Alzaga. Ese techo para los precios genera desaliento entre los productores, lo que se refleja en la desmejora del estado de la hacienda (aunque en parte se debe también a la actual sequía), por menor inversión en praderas y verdeos.
A raíz del diagnóstico que se describe, el Grupo Pampa Sur propone un Plan Nacional de Retención de Vientres mediante incentivos crediticios, impositivos y previsionales (teniendo en cuenta el antecedente exitoso de la Ley Nacional de Recuperación de la Ganadería Ovina) y, a su vez, promueve la licitación de la cuota Hilton, de manera de transparentar su asignación y el cumplimiento de los requisitos por parte de las empresas.
Por Analía H. Testa De la Redacción de LA NACION
Dificultades para la industria
La industria frigorífica no está menos comprometida que los demás eslabones de la cadena en el actual contexto de crisis. El sistema de exportación "es engorroso y muy lento, lo que genera problemas operativos importantes por la falta de previsibilidad sobre los flujos de venta en los mercados local y externos", confió un empresario del sector. "En unos años más -anticipó-, con menor producción, a la industria le resultará engorroso producir con una alta capacidad ociosa." El resultado: dificultades financieras, menor empleo...
Por otra parte, algunas empresas ya se ven forzadas a frenar su actividad porque no pueden seguir acumulando stocks en cámara (como consecuencia de que para exportar se requiere mantener en planta un 75% de su capacidad cubierta, reaseguro con el cual el Gobierno cuenta para garantizar el abastecimiento del mercado doméstico). En algunos casos, cuando por la demora en la obtención de los permisos de exportación se produce una sobreacumulación de mercadería vuelcan al mercado carne a muy bajo precio, sobrante con el cual nadie puede competir.
Entre los empresarios hay, además, una "gran preocupación" por el hecho de que se deja pasar el nivel de demanda dentro y fuera del país, "de tal magnitud que no se necesita mucho estímulo para crecer; sólo y nada menos que cierta previsibilidad a largo plazo", estimó un empresario.
Le recomendamos que vaya a www.lanación.com y alli busque archivo y la fecha 23/08/08 y entre a Suplemento Campo.
2 comentarios:
Qué otra consecuencia podría haberse esperado? En ganadería, como en todas las áreas en las que interviene, se ha demostrado la total ineptitud del gobierno actual. Es como el "toque de midas" PERO AL REVES: destruyen todo lo que tocan. Ni siquiera sabemos si las medidas que toman son a propósito, o lo hacen de meros ignorantes. No sé lo que es peor. A ver a quién le van a hechar la culpa esta vez
rosarigasina 48 años | Cristina como mujer sos un fraude, y como presidente peor que Menem, tu discriminación la va a pagar tu DESGOBIERNO, y no salgas a llorisquear (nadie te cree, sos muy mala actriz) cuando los que vos subestimas, discriminas y tratas de doblegar con el dinero del pueblo, se cansen. Evitá salir a tratarlos de golpistas, estamos en el 2008, no en los años 70, ni vos te lo crees. Sólo hay que tener paciencia para ver como te desmoronas, vos y tus "fieles=corruptos seguidores" la van a pagar. No te olvides, el pueblo tampoco olvida.
jORGE iMAN 0 años [IMAN.JORGE (at) GMAIL.COM] | PARA SER MAS PRACTICO Y SI ALGUN FISCAL SE ANIMA ESTA MANIOBRA ES UN DELITO SEGUN LA LEY 25188 - ETICA EN EL EJERCICIO DE LA FUNCION PUBLICA - ( SI YA SE...SE USA COMO PAPEL HIGIENICO EN ESTE PAIS...PERO NO DEJAN DE SER DELICUENTES.....). ARTICULO 31. — Será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación especial perpetua, el funcionario público que por sí o por persona interpuesta, recibiere dinero o cualquier otra dádiva o aceptare una promesa directa o indirecta, para hacer, retardar o dejar de hacer algo relativo a sus funciones. ARTICULO 32. — Será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación especial perpetua para ejercer la función pública, el que por sí o por persona interpuesta solicitare o recibiere dinero o cualquier otra dádiva o aceptare una promesa directa o indirecta, para hacer valer indebidamente su influencia ante un funcionario público, a fin de que éste haga, retarde o deje de hacer algo relativo a sus funciones...
ROSA JACINTA 0 años [PKABOGADO (at) HOTMAIL.COM] | SIEMPRE DESDE QUE SE DIO SUPERPODERES DISCRECIONALES Y UNA CAJA DE SAN DIO AL EJECUTIVO PASA ESO, DE QUE SE ASOMBRAN? ELLA SE LA REGALA A LOS QUE LE HACEN ERL AGUANTE- ES DECIR REPARTE LA GUITA DE MUCHOS ENTRE POCOS, ENTRE SUS FIELES- ASI FUE SIEMPRE DESDE EL "PROGRE" RIVADAVIA.-
Jorge Iman 0 años [iman.jorge (at) gmail.com] | DONIA CRISTINA : DISCULPE QUE NO LE PUEDA DECIR NI SENORA NI PRESIDENTE PORQUE AMBOS SON TITULOS QUE LE QUEDAN MUY GRANDES ANTE LA BAJEZA DE SU PROCEDER. UD SIGA DIVIDIENDO QUE LOS ARGENTINOS SEGUIREMOS SUMANDO Y CUANDO LLEGUEN LAS ELECCIONES UD SE CONVERTIRA EXACTAMENTE EN UN TRISTE RECUERDO DE LO QUE ES AHORA ...NADA. UD NO ME REPRESENTA, UN ME LLENA DE VERGUENZA CADA VEWZ QUE ACTUA CON LA ALTURA DE UN GUSANO, UD REPRESENTA LO PEOR DE LO QUE NO QUEREMOS SER ...SERES MUUUY PEQUENITOS INCAPACES DE BRILLAR CON LUZ PROPIA Y POR ENDE LLAMADOS A APAGAR EL BRILLO DE LOS DEMAS... ATTE
NENE 0 años [] | EL NAZISMO EN ACCION, SOLO COMEN LOS PARTIDARIOS
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